QUIENES SOMOS

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¿Quiénes somos? Un mecanismo democrático de representación que nos permite a los ciudadanos y organizaciones comunitarias ejercer vigilancia sobre los procesos de la gestión pública del Proyecto Conexión Vial Túnel Aburrá-Oriente, frente a las autoridades: • Administrativas • Políticas • Judiciales y • Legislativas. Así como de las entidades públicas y privadas encargadas de la ejecución de este proyecto. Su objeto es ejercer control social sobre la gestión pública del proyecto "Conexión Vial Túnel Aburrá-Oriente"

domingo, 17 de junio de 2012

Veeduría Ciudadana Túnel de Oriente
Medellín 17 de junio de 2012

Buenos días. 
Nuestra Veeduría Ciudadana, después de analizar juiciosamente las diferentes noticias y comunicados emitidos por diferentes actores estatales, sociales, económicos y políticos a través de distintos medios de comunicación, considera que la siguiente noticia es un llamado a la coherencia y a un verdadero concepto de responsabilidad en el corto, mediano y largo plazo. Si bien a la luz de nuestros análisis no contiene todos los elementos cuestionables del megaproyecto, sí presenta en forma sencilla algunos de los más esenciales (Las negrillas están fuera de texto y constituyen los elementos que nuestra Veeduría ha resaltado en la noticia):


El túnel va de Herodes a Pilatos

El Minambiente facultó a Cornare y Corantioquia para decidir sobre la construcción del túnel de Oriente, que parece ir de Herodes a Pilatos ¿Si el daño ambiental se produce, quién se lavará las manos?

EL COLOMBIANO | Medellín | Publicado el 16 de junio de 2012

Aunque el túnel de Oriente no es una obra prioritaria, comparada con otras, si finalmente se decide su construcción, que al menos no produzca un desastre ambiental.

No tiene ningún sentido que por ahorrar unos kilómetros y cuando el túnel propuesto no es la gran solución que se ha querido vender en términos de ahorro de tiempo porque sólo servirá a quienes habiten en un sector de la ciudad, se provoque un daño ambiental irreparable que sí perjudicaría a todo el Valle de Aburrá.

La cuantiosa inversión de 869 mil millones de pesos, que viene pagándose mediante peajes y que derramará valorización, sería suficiente para construir la doble calzada entre Sancho Paisa y la glorieta de Sajonia, con altas especificaciones, como viaductos. Su flujo vehicular ya está probado, y tendría menor riesgo ambiental. ¿No es más prioritario el túnel de Toyo, en la vía a Urabá?

Ni el mismo Oriente antioqueño se verá beneficiado en forma amplia, dada la decisión de hacer un túnel para automotores y no un túnel férreo, que además de sus menores costos de construcción y mantenimiento hubiera significado la posibilidad de incentivar un sistema de transporte masivo y limpio en esa región, como prolongación del Metro.

Velar porque el recurso hídrico de Santa Elena, del que se surte buena parte del Valle de Aburrá para satisfacer sus necesidades de agua potable, no sufra ningún abatimiento, es una responsabilidad que ahora les compete a las corporaciones regionales de desarrollo Cornare y Corantioquia.

Sin embargo, existen dudas de organizaciones ambientalistas y de la Veeduría Túnel de Oriente, traducidas en acciones legales, sobre la capacidad de estas corporaciones para hacer cumplir requisitos ambientales.

El mayor cuestionamiento reside en por qué si el Ministerio del Ambiente decidió suspender el proyecto por carecer de los estudios necesarios, ahora se va a permitir su continuidad casi en forma simultánea a su elaboración.

El propio ministro Frank Pearl prendió en Medellín las alarmas al denunciar estos vacíos en los estudios y falta de información. El túnel parece ir entonces de Herodes a Pilatos.

El proyecto se suspendió por no contar con los estudios técnicos acordes con la normatividad que ampara la Reserva Forestal Nacional Protectora Río Nare, sin embargo había sido avalado por Cornare.

¿Por qué entonces se expidió la licencia si faltaban estudios? ¿Esa licencia inicial continúa o debe expedirse una nueva licencia ambiental debido a que se variaron los diseños y se corrió la boca del túnel?

Así lo corrobora la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla) en su concepto Técnico 1.657 del 21 octubre de 2011, donde observa que el proyecto que se pretendía desarrollar tenía características diferentes al que obtuvo la licencia de Cornare, el 4 de junio de 2002.

Sin embargo, en la Resolución 0148 del 5 de marzo de 2012, mediante la cual se suspendió la obra, no se hizo ningún anuncio de investigación por este hecho.

Noventa días después se les dan facultades a Cornare y Corantioquia para que tomen la decisión sobre el inicio o no de las obras, pero con mayores exigencias ambientales y de estudios hidrogeológicos que puedan disipar los temores expresados sobre potenciales daños en las fuentes hídricas.

Toda exigencia es poca, pues el riesgo es alto y el beneficio de esta obra, contratada por el Gobernador Ramos 12 días antes de ser elegido su sucesor, es cuestionable. Si el daño ambiental se produce ¿quién se lavará las manos?.



Agradecemos su valioso interés ciudadano y su urgente participación en aras del honroso manejo de lo público!

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